Aviso

 

José Vicente Rangel.- 1 Obviamente que me refiero a Colombia, nación con la cual tenemos una extensa frontera cargada de problemas. Una frontera porosa, convertida en desafío permanente, donde ha sido imposible normalizar un funcionamiento civilizado, respetuoso del derecho internacional y de múltiples acuerdo suscritos por las partes, es decir, por Bogotá y Caracas. La mayor parte de los problemas que se suscitan en la frontera colombo-venezolana los genera la actitud de ese vecino hostil, empeñado en activar y mantener tensiones que en algunos casos han estado a punto de desencadenar conflictos de carácter bélico. Cuya permanencia en el tiempo arroja un saldo de negaciones imputable, fundamentalmente, a la clase política dominante de Colombia, lo cual conviene puntualizar porque no tiene nada que  ver con el pueblo colombiano que, como tanto se ha dicho, históricamente ha sido su primera víctima.

Gian Carlo Di Martino 

El que se mete con el presidente de la paz, Nicolás Maduro Moros, se mete con millones de revolucionarios que estamos dispuesto a dar la vida por el máximo líder de la revolución bolivariana, por ese férreo defensor del proyecto socialista que inició El Gigante Hugo Rafael Chávez Frías.

El sábado en la noche, durante el aniversario de la GNB, la ultra derecha criminal y terrorista se fue para lo hondo, rebasó cualquier límite de lo tolerable, al intentar asesinar a nuestro Primer Mandatario Nacional, pero fracasaron como siempre han fracasado cada vez que intenta una acción terrorista o algún acto de violencia en contra del Gobierno, eso sí, no se dará por vencida. De eso no hay duda.

 

El chavismo como expresión de una de las más amplias alianzas de fuerzas populares y patrióticas que se haya conformado en Venezuela, obra de nuestro Comandante Chávez, no ha tenido miedo frente a los sistemáticos ataques del Imperio más poderoso del mundo. Golpes fascistas, sabotaje petrolero, injertos paramilitares, guarimbas terroristas, amenazas de invasión militar, guerra económica sostenida, sanciones y bloqueo económico de facto, nada de eso ha podido detener nuestra voluntad de defender la Independencia y de construir una sociedad donde quepamos todos y todas con igualdad, justicia y dignidad, nuestro Socialismo Bolivariano.

Para continuar el camino victorioso de la Revolución Bolivariana, el chavismo tampoco debe tenerle miedo a ejercer su derecho a interpelar y a protestar contra el burocratismo

 

La Habana ocupa por estos días el centro del debate latinoamericano y caribeño sobre las alternativas al modelo neoliberal y la necesidad de la unidad para hacer frente a la nueva arremetida de la derecha y los centros de poder global.

El XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo, que sesiona en la capital cubana desde este domingo hasta el próximo martes, reúne a más de 430 delegados de partidos progresistas y de izquierda de la región, así como invitados de Europa, Asia y África.

 

“The Red Plague” es el título de la última saga del arsenal publicitario contra el chavismo que recorre viralizada la Web, no sólo bajo el formato de video compartible, también lo hace en cualquier posteo desde el exilio, invocando una oleada fascista que arrase con todo lo chavista, porque es eso, como la peste, además de aborrecible, es exterminable.

Limpiar Latinoamérica de la “impureza roja” no sólo es una consigna, es una especie de ánimo que internamente va tomando fuerza en la misma medida en que las dificultades crecen, arden y se intensifican rápidamente. Entonces el asedio imperial se desdibuja dándole paso a la sensación de que, quien puede estarnos haciendo daño, es el mismo