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Estados Unidos es el país que se autoproclama como el reino de la libertad y cuya historia está plagada de agresiones a su propia población y a la del resto del mundo para imponer, a sangre y fuego, sus pretendidos ideales de justicia, libertad y derechos humanos. En ese país se ha impuesto en los últimos años la prohibición de libros, la censura cultural y educativa, la expulsión de profesores de las escuelas y universidades por no someterse a los dictados de los padres de familia, de empresas o de grupos de presión, a la cabeza de los cuales se encuentra el poderoso lobby sionista.

Esas prácticas de censura se activaron en 1982, cuando un Consejo Escolar de Nueva York retiró unos libros de texto por considerar que sus autores eran «antiamericanos, anticristianos, antisemitas y simplemente asquerosos». Desde ese momento se fue incrementando la prohibición de libros y autores a lo largo y ancho de los Estados Unidos, hasta el punto de que en 2023 fueron retirados en las bibliotecas de las escuelas 4240 títulos, lo que representó un incremento del 65% respecto a 2022 cuando fueron prohibidos 2571 títulos. En 41 Estados se han prohibido libros, lo que afecta en forma directa a millones de niños y jóvenes.

extorsion 

Hablar de vacunas en Medellín y el área metropolitana del Valle de Aburrá es un secreto a voces; se trata de un delito fácil de ejecutar por los combos, complejo de asimilar por parte de las víctimas y difícil de solucionar por parte de las autoridades.

Para Álvaro*, un hombre cuya edad ronda los 60 años –y que se ha beneficiado de las ‘vacunas’ a diferentes tipos de víctimas–, las modalidades de extorsión en la ciudad han evolucionado “y los bandidos cada día se ingenian diferentes estrategias para cobrarlas”.

 

«Oda al capitalismo». Así tituló Milei uno de los pasajes de discurso en el Foro del Instituto Milken y lo que intentó repetir en toda su alocución frente a empresarios y lobistas: criticar a las ideas «colectivistas”, ponderar la «superioridad» del capitalismo y reivindicar la figura del empresario «como benefactor social».

Lo hizo con el menú de siempre: datos sin contexto -la famosa inflación plantada del 15.000 % salió a escena-, la «clase magistral» de liberalismo y hasta pelearse con Karl Marx. 

Al comienzo de su exposición, Milei repitió que Occidente «está en peligro porque sus líderes se alejaron de las ideas de la libertad». «Ideas que hicieron de Occidente la hazaña civilizatoria más importante de la historia de la humanidad», agregó. Y continuó: «En vez de defender las ideas que generaron la prosperidad de la que todos aquí gozan, escuchan cantos de sirenas que conducen inexorablemente al socialismo y en consecuencia a la pobreza».

  

36 000 palestinos no son HAMAS; bajo ese pretexto, el régimen sionista, mediante “su guerra”, eliminó físicamente a miles de palestinos.

36 000 palestinos no son HAMAS; bajo ese pretexto el régimen sionista mediante “su guerra”, eliminó físicamente a miles de palestinos donde más de la mitad son niños y mujeres, sumando a ello la pulverización de la infraestructura en la Franja de Gaza, que suman al presente más de 37 millones de toneladas según el Servicio de Acción Contra Minas de Naciones Unidas (UNMAS), las mismas que de acuerdo a expertos se tardará en retirarlas más de dos décadas, pero no solo ello, sino que junto a los escombros hay materiales explosivos que no están detonados; ahora solo imaginemos; ¿Cómo hubiese actuado EEUU o un país europeo si Corea del Norte o Cuba hubiesen bombardeado sus territorios?

 

En un reciente ensayo que no ha dejado indiferente a nadie, Amos Goldberg, profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén y especialista en la Historia del Holocausto judío, postula que las acciones perpetradas por Israel en Gaza pueden catalogarse como genocidio.

Este término, cargado de un profundo peso histórico y moral, se ha utilizado para describir las situaciones más extremas de violencia dirigida a la aniquilación de un grupo humano. Goldberg, en una intervención crucial, descarta muchos de los argumentos comúnmente empleados por algunos sectores israelíes para negar la gravedad de la situación en Gaza, afirmando dolorosamente que “después de seis meses de una guerra brutal”, la evidencia es irrefutable.