Aviso

 

 Basado en un texto de Ana Cristina Bracho – Misión Verdad.- El gobierno de EEUU continúa su guerra económica contra Venezuela. No solo robando miles de millones de dólares de sus activos en bancos internacionales.

También mediante el ataque directo al suministro de alimentos al país. Ha impuesto sanciones a diez empresas de transporte marítimo por trasladar comida con destino al programa estatal CLAP, que garantiza una canasta básica subsidiada a seis millones de familias en Venezuela.

Y es que los CLAP, los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, son –hasta hoy- la propuesta más exitosa frente a la guerra económica que sufre Venezuela.

 

Lo que hizo posible el surgimiento de la Revolución Bolivariana en Venezuela es lo mismo que permite que el espíritu de subversión en ciertas reglas de juego sociales y económicas, junto a la expectativa de construcción de un socialismo doméstico, se mantengan hoy en día contra viento y marea: La fuerte cohesión cívico-militar y el forjamiento de una sólida convicción política al interior de ambos núcleos.

Sin esos puntales el proceso, que ha debido enfrentar embates gigantescos, no sobreviviría de la forma en que lo hace. Dentro de las fronteras resiste a unos opositores, cómo no, torpes y fraccionados, pero, también, pudientes y obcecados; en el ámbito internacional, los apremios geopolíticos y la avidez energética de los Estados Unidos,así como el encarnizamiento de una Administración a cargo de aventureros.Militares venezolanos

Contar el cuento

 

«Recientemente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que está haciendo una investigación sobre las prácticas de corrupción de Petróleos de Venezuela S.A. y sus empresas filiales desde hace ya varios años, también le ha solicitado a Citgo información», así reza un comunicado publicado por la junta usurpadora nombrada por Guaidó, para administrar este importante activo venezolano luego de la confiscación ilegal ejecutada por la Administración Trump en enero del año en curso.

Voz de América informó que esta junta ilegal «le ha comunicado al Departamento de Justicia su completa disposición a colaborar para esclarecer presuntos actos irregulares o corrupción».

A principios de este mes, la «junta administradora» ya había recibido una citación por parte del mismo Departamento. El motivo de la citación no fue especificado.

 

El gobierno de Venezuela desmanteló un plan militar previsto para el 23 y 24 de junio y que tenía como finalidad dar un golpe de Estado, que incluía el asesinato del mandatario Nicolás Maduro y liberar al general retirado Raúl Isaías Baduel, detenido desde 2009, para proclamarlo presidente.

Resultado de imagen para venezuela baduel
Raúl Baduel
El presidente Nicolás Maduro confirmó que se capturó uno por uno a los implicados en el complot desarticulado “gracias a la lealtad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”  y acusó a su par de Colombia, Iván Duque, y al ex mandatario Álvaro Uribe (2002-2010) de ser los responsables de los intentos de asesinato en su contra, lo que Bogotá rechazó horas después.

 

Tras el fracaso del ingreso de tropas bajo el pretexto de la “ayuda humanitaria” (Operación Cúcuta) y el golpe de Estado, los estrategas de Washington reciclan temas y retoman la matriz migratoria que había desaparecido de los medios de comunicación desde enero, mientras insisten en destruir el sistema de asistencia alimentaria.

En las últimas semanas se multiplicaron reuniones y diálogos internacionales en busca de una solución negociada a la crisis venezolana, sobre todo desde que la oposición dejó en evidencia su falta de coherencia, cohesión y respaldo popular y muchos otrora aliados/cómplices de los planes injerencistas de EEUU tomaron prudente distancia de los mismos.

Aunque grupos opositores quisieron imponer el imaginario colectivo de que las conversaciones de Oslo fueron un fracaso, varias hojas de ruta circulan por las cancillerías, todas ellas basadas en soluciones negociadas que debieran