Aviso

“Universalmente se conoce como Contador Público, aquel profesional dedicado a aplicar, analizar, e interpretar la información contable y financiera de una organización, con la finalidad de diseñar e implementar instrumentos y mecanismos de apoyo a las directivas de la

organización en el proceso de toma de decisiones. Es también aquel experto con formación universitaria en ciencias empresariales, con especial énfasis en materias y prácticas contables, financieras, tributarias administrativas, auditoría externa e interna y servicios de asesoramiento empresarial” WWW.gerencie.com/contador-publico.html

 

En Colombia el Contador Público es el profesional que está facultado por la ley para dar fe pública respecto de los hechos conocidos por él que son propios del saber específico que le otorga su carrera en el campo económico, financiero, contable, tributario y empresarial. En esencia, el Contador Público representa la conciencia de la responsabilidad de las empresas frente al Estado.

 

En los países civilizados, el ciudadano común y corriente sabe que tiene una responsabilidad frente al Estado, cuando paga puntualmente sus impuestos y tributos de ley, lo que le permite ser una persona con las garantías y derechos constitucionales, un ciudadano que habita la ciudad con dignidad porque le son respetados sus derechos fundamentales.

 

Otro cuento es en Colombia. Somos herederos de una cultura contrabandista, no tributaria; se podría decir que muchos de los que acarician grandes capitales no fueron leales con su Estado y no pagaron los impuestos de ley; el reto de grandes comerciantes es la evasión de impuesto, y para ello se asesoran de profesionales contables que conocen el discurso ético de su profesión pero que no lo practican. 

 

La cultura traqueta, de la ilegalidad se campea en todos los escenarios económicos de la nación -siendo contradictoria en este caso la palabra cultura ya que etimológicamente esta se refiere a lo culto, a las buenas costumbres a cultivarse en la sabiduría- pero para efectos de esta reflexión la cultura sería aquello que crea raíces en una sociedad, y en Colombia sí ha creado raíces lo ilegal.

 

Normalmente aquellos contadores que le advierten al empresario los riesgos de la ilegalidad son rechazados, separados de sus cargos. Existe en el ámbito comercial la duda de la doble facturación para evadir los impuestos, y a ello deben apuntarse los Contadores que quieren conservar su trabajo. Este es un costo que paga muy alto el profesional que juró ser leal con su ética profesional, lo que solo se alcanzará a superar en el momento que se asuma la responsabilidad ciudadana con lo público y con lo legal, con el Estado.

 

UNAULA es la Universidad del Centro, cercana a la realidad planteada en este texto, ya que por todos los lados estamos de vecinos con los centros comerciales; es tiempo de que desde un proceso de investigación académico con estudiantes y profesores de Contaduría se dirija la mirada a estos escenarios que conocemos como “el hueco” con una propuesta incluyente en el marco de la Cultura de la legalidad. La investigación orientada a construir ciudadanía con los comerciantes vecinos de nuestra institución, facilitándoles espacios para debatir alrededor de temas que tienen que ver con el manejo de lo público en el marco de la legalidad. Estamos en mora.

 

 

“Un Estado en el que se manifiesta el desgreño de los erarios públicos, es un Estado que estimula lo ilegal, porque el ciudadano que percibe un mal manejo de los impuestos que paga prefiere aplicar la trampa para evadir sus obligaciones de ley. Se debe avanzar en el manejo decente de lo público para crear confianza ciudadana.”