Aviso

Empecemos: el primer problema nuestro, como revolución, como revolucionarios y como  activistas es que somos hipersensibles a las criticas  constructivas. O reaccionamos con el hígado ante las criticas destructivas, sin detenernos a pensar que quizás esa sea la intención del enemigo cuando nos juzga interesadamente. En la mayoría de los casos reaccionamos según nuestros limitados conocimientos del entorno, sin detenernos a ver  la posibilidad de que quienes nos critican conocen cosas que nosotros ignoramos por diferentes circunstancias o por simple ceguera.

No es lo mismo, hablar del poder dominante en Colombia –Oligarquía-, que del pueblo colombiano. El primero –Oligarquía-, es una muy elaborada masa de carroñas adineradas, de ladrones, sádico, estafadores, vagos, chulos y elites religiosas de todas las sectas y dogmas existentes, forman parte de la gran mafia internacional criminal dirigida por los grandes monopolios económico transnacionales,  con el sionismo a la cabeza.  Es esta mafia sanguinaria internacional y genocida, la que promueve y crea las condiciones o excusas para las invasiones a países con riquezas

Nunca se dejará de admirar y agradecer a Juan Manuel Santos por haberse jugado su prestigio político por la paz en Colombia, que ha evitado tanto dolor y muerte en el país, principalmente en las regiones campesinas, tan afectadas por la violencia y la larga guerra.


Sin especular acerca del contenido del pensamiento presidencial con respecto al proceso de paz, en el sentido de que no va más allá de lograr el desarme de la insurgencia, hay que reconocer que Juan Manuel Santos no puede pensar más que como un miembro de la oligarquía.

El proceso constituyente, es la más acabada forma de participación democrática, soberana del pueblo en la estructuración del marco legal, político, económico y social de la nación venezolana, ya que es un proceso de elección directa de voceros populares para tal fin.
      ¿Quién en su sano juicio, no tuvo graves sospechas del por qué el crimen organizado gobernante en Estados

Se realizó este domingo 30 de julio la jornada de elección de la Asamblea Nacional Constituyente venezolana. La sola realización de ella, es por sí misma una derrota de la “posverdad” según la cual, el chavismo es un cadáver y su gobierno está encabezado por un tirano carente de apoyo ciudadano que solo se apoya en la fuerza. La oposición se había jugado todo para impedir que las elecciones se realizaran. Su proyecto inocultable contemplaba boicotear ese evento convirtiendo a Venezuela, y principalmente a Caracas, en un campo de batalla para impedir a los ciudadanos acercarse a los puestos de votación, levantando barricadas, provocando trancones, incendios y asesinatos de chavistas que obligaran a la gente a quedarse en casa.