Entre los inmensos errores – yo digo horrores -, cometidos por la guerrilla y demás movimientos de izquierda que han enfrentado al estado por su espíritu mezquino, excluyente, burocrático, corrupto, ventajista y su democracia de papel, en beneficio de unos pocos ineptos y políticos profesionales, me refiero a la manera ingenua e infantil que siempre entre los puntos a discusión para concertar la "paz", aparece en los primeros lugares la dejación de las armas por parte del grupo insurgente; luego los líderes confiados en las promesas del gobierno salen a la luz pública donde los esperan las balas del gobierno, los paramilitares, y demás a asesinos pagados por el estado. Una forma muy elemental que lo dice el sentido común es que en estos casos las armas se entregan al final, cuando se vea de la contraparte no simples promesas, si no hechos, buena fe, buena voluntad y la evidencia de que las promesas si se van a cumplir sobre todo las salvaguardias de la vida de los líderes que abandonan el proyecto armado. Hasta el presente "los acuerdos de paz" con el gobierno más bien parecen una emboscada del
sistema para desarticular estos movimientos, dejarlos en la mínima expresión y masacrar los líderes, dejando en el público una sensación de impotencia por parte de la guerrilla para enfrentar el sistema. Por ejemplo: las negociaciones de la guerrilla con el establecimiento en la época de los años 50´s en los llanos, que enfrentaban con gran eficacia las dictaduras fascistas de Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez, con señas esperanzadoras de triunfo, fueron truncadas por este tipo de negociaciones. Los acuerdos con el M-19, la desmovilización de las FARC con más de 70 años de luchas, demuestran bien a las claras lo aquí afirmado. El señor Álvaro Uribe Vélez, dueño del centro democrático, no quiere este acuerdo, él busca la derrota de las FARC en el campo militar (como si esto fuera tan fácil), y luego negociar con la guerrilla ya diezmada y desmoralizada. Hasta la fecha van más de 200 líderes populares asesinados e igual número de excombatientes. Se cumple aquí nuevamente el error de siempre.
Nuevamente el proletariado se alza en armas por el incumplimiento del gobierno al acuerdo firmado y un estado de cosas invivible para la mayoría desamparada. Lo que actualmente tenemos es una verdadera dictadura, ¿hasta cuándo? Ojalá a futuro no se cometa el mismo error.
NORBERTO BETANCOURT O.
