Aviso

 

No se sabe en qué país vive el señor Iván Duque, quien actúa como subpresidente de reparto en Colombia. En sus presentaciones en la ONU, con escenario lleno, mostró toda su capacidad histriónica; recitó su compromiso con el ambiente y con la paz, mientras en el país apoya el fracking, guarda silencio ante el desastre de la Amazonía, bloquea la implementación de los acuerdos de paz y no avanza contra el asesinato de líderes sociales y reinsertados.

Cuando habla de dictadura, de gobierno de narcotraficantes, de corruptos y de apoyo al terrorismo internacional, describe a su propio gobierno. Fue elegido con fraude electoral y es en  Colombia donde mueren de hambre los niños de la Guajira, en donde se quiere acabar con las cortes, es donde se firmó un acuerdo de paz para desconocerlo, en donde la corrupción consume el presupuesto nacional, en donde el narcotráfico ha invadido todas las instituciones, en donde se promueve el paramilitarismo, en donde se coordina con estos para desestabilizar una nación hermana, en donde han matado más de 837 líderes sociales, en donde han robado a los campesinos más de 6 millones de

hectáreas, en donde hay más de 7 millones de desplazados, en donde se persigue a muerte a la oposición. El país más inequitativo de la región.

Duque es un títere embaucador y mentiroso, que engaña a la comunidad internacional; es irresponsable al involucrar al país en un conflicto para crear incidentes que permitan ocultar los crímenes de lesa humanidad de su jefe político; sus copartidarios quieren tapar la muerte con más muertes. Se vende sumiso ante el imperialismo para lavar prontuarios y obtener silencio e impunidad para quienes representa, comprometidos con los delitos de contrabando de estupefacientes.

La mayoría de colombianos rechaza la corrupción, a los corrutos y corruptores, quiere que se implementen los acuerdos de paz, que funcione la Justicia Especial para la paz, que se defienda lo público, que no se presenten más muertes, que se cuide el ambiente, que se derrote ala pobreza, que hayan garantías para la participación en política, que se entienda a América Latina como un territorio de paz y que se promueva el desarrollo y la fraternidad mundial.

Rechazamos el que se involucre al país en el bloqueo y desestabilización del hermano pueblo venezolano. Deben cesar los ataques contra la revolución bolivariana. 

Septiembre 26 de 2019