Son repetitivos los comentarios que desde los medios de comunicación burgueses, algunos periodistas hacen sobre las prendas que usan o de los servicios que utilizan dirigentes de izquierda, porque supuestamente corresponden a lujos ajenos a las políticas que proclaman.
Desacertados comentarios que dejan mucho para reflexionar. En sus análisis, Marx dice que el capital hace ver como una relación entre cosas –mercancías o servicios- lo que realmente corresponde a una relación entre personas –el modo de producción-.
El que una persona use determinado producto o servicio, no lo define como burgués. En la sociedad capitalista actual, nadie puede garantizar que, por ejemplo, la ropa que usa haya sido confeccionada con cero plusvalía o que no fue fabricada bajo el sistema de la esclavitud asalariada. Al capitalismo no lo definen sus productos o servicios, que realmente son resultado del desarrollo de la civilización humana, (quiérase o no), sino las relaciones de producción entre propietarios de los medios de producción y los que han sido históricamente despojados y que sólo tienen su mano de obra como única forma de subsistencia.(¿Será que hay que investigar mucho para evidenciar el despojo en Colombia?)
Aunque muchas veces no les gusta reconocerlo, con tales actitudes, estos comunicadores aceptan que en la sociedad, los seres humanos se dividen en clases; como defensores de los intereses de las élites, estos periodistas están muy pendientes de quienes pueden acceder a privilegios y quiénes no. Primera clase para la oligarquía; para el pueblo sólo las cadenas, que es lo que se merecen en la sociedad de explotación; para los pobres: comida, vivienda, educación y salud de quinta categoría; para las madres de bajos recursos: partos en centros médicos de quinta clase. Por eso es que las ciudades funcionan como criaderos de personas que se mueven para generar ganancias para los patrones, de la misma forma en que se crían marranos en las porquerizas para que produzcan dinero para sus dueños. (¿Que viven en un medio contaminado? ¿acaso eso interesa?).
Si desde la izquierda se han presentado desviaciones acerca de los que es el socialismo o el comunismo, desde la derecha es mucho peor. Supuestamente el buen vivir es sólo para la oligarquía; los revolucionarios deben proclamar la vida dura; el ideal ascético; “los que le ponen el alma a la situación” quienes a pesar de tantas adversidades quieren salir adelante (salir adelante quiere decir: admirar los valores burgueses). Lo que deben buscar los pobres es la vida sufrida y si, como en Venezuela, se quiere que los desposeídos vivan bien y tengan derechos, los defensores de los privilegios de las élites dirán: “Hay que incendiar el país”. Los descarados socialistas piensan que los seres humanos somos iguales.
Ojo señores de izquierda, si algún día tienen que viajar de Bogotá a Barranquilla, deben hacerlo de alpargatas, con mochila y en burro, no vaya ser que se ofenda alguno de los periodistas defensores del statu quo de las élites. No sean igualados.
Abril 30 de 2017