Cura

Construir la paz en los departamentos, municipios y demás territorios del Estado colombiano es un aspecto esencial de la implementación de los consensos y acuerdos a que van llegando el gobierno y las Farc en la Mesa de conversaciones de La Habana.

 

 

Políticas, estrategias y acciones concretas deben incluirse de manera puntual y clara en los planes de desarrollo para los próximos cuatro años.

 

En el caso del Quindío, el nuevo documento con el proyecto del Plan para el periodo 2016-2019 (http://bit.ly/1T24suz ) plantea que Colombia cuenta en la actualidad con grandes oportunidades para construir un país en paz: un Plan Nacional de Desarrollo que le apuesta a la paz por los próximos años  y  los  diálogos  entre  el  Gobierno  Nacional  y  las  FARC/EP.

 

Estas dos oportunidades serán de gran relevancia a nivel departamental y municipal si su implementación se basa en un enfoque territorial que, con el liderazgo de las autoridades y la sociedad, genere acciones de política participativas e incluyentes, acordes  con  las  necesidades,  experiencias  y  capacidades  de  los  territorios,  en articulación  con  otros actores.

 

El Plan Nacional como instrumento de planeación que orienta las políticas sectoriales y transversales, sus metas y líneas de inversión para el cuatrienio, indica tres objetivos en la Colombia en paz:

 

Fortalecer la construcción de paz y garantizar su sostenibilidad.

 

Integrar el territorio y sus comunidades, para contribuir al cierre de brechas poblacionales y sociales.

 

Reducir las desigualdades sociales y territoriales entre los ámbitos urbano y rural, mediante el desarrollo integral del campo.

 

El Plan del Cura aportará a la construcción y sostenibilidad del desarrollo y la paz territorial mediante tres ejes (http://bit.ly/1T24suz ).

 

El primero está dado por la contribución al goce efectivo de derechos para lograr una vida digna, en donde las organizaciones sociales  y  comunitarias  se  movilicen  como  sujetos  políticos  incidiendo  en  la transformación del territorio y al tiempo que se avance en la construcción de una nueva  institucionalidad  pública  abierta  a  la  participación,  bajo  un  enfoque  donde prime la garantía de los derechos ciudadanos y el bien común.

 

El segundo está relacionado con la transformación positiva de los modos de relacionamiento entre los actores del territorio, lo cual requiere una nueva forma de   entendimiento   entre   la   institucionalidad   pública   territorial   y   nacional,   los pobladores,  las  empresas  y  otras  organizaciones  sociales.  Este  nuevo  tipo  de relaciones  entre  los  actores  estratégicos  del  territorio  debe  materializarse  en acuerdos  orientados  a  la  transformación  positiva  de  los  conflictos  territoriales,  la construcción compartida de visones y la puesta en marcha de apuestas regionales de largo plazo.

 

El tercero es la integralidad de los esfuerzos del departamento en el propósito de consolidar la paz territorial. Esto se manifiesta en que la totalidad de los programas del Plan de Desarrollo del departamento del Quindío se orientan a la consolidación de  esa  paz  tan  anhelada  por  la  ciudadanía.  Desde  el  desarrollo  agroecológico, pasando   por   la   protección   de   ecosistemas,   el   fomento   de   la   participación democrática, las acciones preventivas en salud, la atención integral de la primera infancia, hasta el incremento de la calidad educativa, entre otras, son concebidas por el Plan como oportunidades de defensa del bien común y por tanto, acciones articuladas para construir la paz en el territorio.

 

Quindío  territorio  verde  es  la  visión  que  concentra  la  posibilidad  de  acuerdos estructurantes de la paz en el departamento del Quindío. El Plan de desarrollo es una  apuesta  territorial  que,  desde  el  poder  ciudadano,  la  equidad  social,  la gobernanza del territorio y la reparación a las víctimas del conflicto, proyectan una nueva generación en paz en un departamento que le apuesta a la defensa de los recursos naturales como fuente creadora de vida y convivencia pacífica.

 

Construcción territorial de paz.

 

Esta iniciativa tiene como objetivo principal crear las condiciones necesarias para la construcción   de   paz   en   el   territorio   quindiano,   a   través   de   cinco   grandes componentes:

 

Poder ciudadano. Donde la ciudadanía asume el control de las decisiones sobre el desarrollo   del   departamento,   por   tal   razón,   se   fortalecerán   escenarios   de participación,  exaltando  la  voz  de  aquellos  actores  que  históricamente  han  sido relegados  de  estos  espacios  como  los  indígenas,  las  personas  en  condición  de discapacidad,  los  afrocolombianos  y  las  mujeres,  entre  otros.  Se  fortalecerán espacios  e  iniciativas  de  participación  política  de  niños,  niñas,  adolescentes  y jóvenes, dentro de la esfera escolar y comunitaria para la generación de un nuevo liderazgo para la paz y el desarrollo sostenible.

 

Reparación  y  garantías  de  no  repetición.  La  responsabilidad  mayor  sobre  los programas  de  verdad  y  la  justicia  es  del  gobierno  nacional,  mientras  que  el departamento  se  enfocará  básicamente  en  programas  de  reparación  social  y comunitaria y en coadyuvar con las acciones que brinden garantías de no repetición en el territorio.

 

Equidad   social.   Gracias   al   enfoque   integral   de   los   Objetivos   de   Desarrollo Sostenible,  se  profundizará  en  la  inclusión  de  los  sectores  que  han sido  más discriminados   o   desprotegidos,   para   fortalecer   su   atención,   actuación   y participación.    Se   trata   fundamentalmente    de    crear    condiciones    sociales, económicas y culturales para el respeto hacia las diferentes confesiones religiosas, las  personas  LGBTI,  las  mujeres  y  las  niñas,  los  discapacitados,  la  población afrocolombiana  y  las  víctimas  del  conflicto,  entre  otras.  Se  trabajará  en  la generación de espacios pacíficos de desenvolvimiento que les permita acceder en condiciones de igualdad y con enfoque diferencial, a la misma calidad a bienes y servicios pero, sobre todo, a la garantía y respeto por sus derechos.

 

Gobernanza del territorio. Uno de los mandatos ciudadanos más importantes para esta administración es encaminar toda acción política y administrativa hacia el buen gobierno, asegurando la preservación del interés general por encima del individual, el  fortalecimiento  de  lo  público  y  la  transparencia  para  gestionar  los  mejores escenarios de bienestar social para todos y todas La gobernabilidad democrática debe  garantizar  que  tanto  la  sociedad  como  las  instituciones  públicas  generen espacios   de   encuentro   y   acuerdo   para   orientar,   implementar   y   evaluar permanentemente las acciones de desarrollo en el marco del enfoque de un Quindío Verde.

 

Estos  pilares  de  la  construcción  territorial  de paz  se  trabajarán  con  criterios transversales que tienen que ver con:

 

Activa  y  decisoria  participación  ciudadana,  especialmente  de  víctimas  y población reincorporada.

Papel protagónico del sector privado y de las universidades en el diseño e implementación de los proyectos.

Permanente y fluida comunicación con la sociedad sobre avances y dificultades en la ejecución del programa de paz territorial.

Diseño  e  implementación  de  proyectos  a  partir  de  acuerdos  locales  y regionales sobre sus propósitos y requerimientos operativos.

Llama la atención que a pesar de las referencia a los diálogos con las Farc en La Habana no se incluyan elementos claves de los acuerdos alcanzados en materia agraria para organizar las zonas de reserva campesina en el Quindío y el fondo de tierras; en materia, política para propiciar un contexto de garantías a la democracia ampliada y la participación de los movimientos sociales; y el mayor reconocimiento de las víctimas, especialmente de las comunidades indígenas, campesinas y afro descendientes que residen en el territorio departamental.

 

Ojala el Cura y sus asesores acaten a tiempo y llenen este vacío.

 

Horacio Duque